EL POZO DE LOS ENAMORADOS

La Leyenda del Pozo de los Enamorados es una de las que figuran en el amplio capítulo de las leyendas en Cáceres.

SANTUARIO VIRGEN DE LA MONTAÑA 1
El Santuario de la Virgen de la Montaña forma parte de la historia de la Leyenda de los Enamorados, un hecho real en la ciudad de Cáceres que se acompañó, también, de inventivas populares.

Una Leyenda, la del Pozo de los Enamorados, de honda raigambre popular, y que, tal vez, no conozcan en toda su exactitud y precisión todos los cacereños, en el sentido de que la leyenda nació de la propia realidad de los hechos.

Caminaban los últimos años del siglo XIX o los primeros años del XX, que no se sabe y precisa con exactitud, cuando una moza y doncella cacereña, de familia hacendada, y por tanto de buenos recursos y posibles, llamada Margarita, aunque otros conocen como Mariquita, que hasta en eso hay dudas, se enamoró perdidamente, al parecer, del hijo de un albañil que andaba atareado y afanado en medio de unas obras en la Casa-Palacio en la que vivía la familia de la distinguida moza y perteneciente a recio abolengo. Amor correspondido por el joven y del que, a parecer, pudieron haber nacido paseos y confidencias propios de los siempre ansiados amoríos de la mocedad.

Más una relación y un amor que se cortó de inmediato, en cuanto la noticia de la misma llegó a oídos del padre de la joven, que lucía distinción en sus paseos por la ciudad de Cáceres. Hasta tal punto que, acaso por las diferencias sociales entre las familias de los enamorados, sin mayor motivo que su propio criterio, decidió cortar de raíz dicha relación al prohibir salir de la casa a su hija.

La severidad del castigo impuesto por el padre hizo imposible la continuidad de la relación entre los dos mozos cacereños. Pero el amor, al parecer, tiraba más de los jóvenes que el silencio de la distancia y la amargura de no poder verse,.

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… Y allí, en aquellos bancos del Santuario, y ante la Virgen de la Montaña, quedó el secreto de los enamorados y protagonistas de la Leyenda y la realidad.

Al cabo del tiempo ambos pudieron citarse una tarde de domingo. Y, tras el encuentro, ni cortos ni perezosos, se encaminaron, de forma decidida, hasta el santuario de la Virgen de la Montaña, enclavado allá en la Sierra de la Mosca, y en cuyos bancales donde desplegaron durante un tiempo, quizás nunca mejor dicho, todo un rosario de oraciones. Oraciones, eso sí, con aires de despedida.

Porque desde el Santuario la pareja se marchó hasta la zona conocida como El Cuartillo. Y allí, llegados al pozo que llaman Cuartujo, dejaron junto al mismo una serie de prendas. Una gargantilla, unos pendientes un lazo una cadena y un reloj. También dejaron una carta envuelta en un pañuelo de seda.

Acto seguido, tras darse un cálido beso, jurándose amor eterno y «unidos por una cinta», como cuenta el romance, los dos jóvenes decidieron lanzarse a las profundidades del Pozo. Y que, desde entonces, se conoce como el Pozo de los Enamorados.

Un hecho que conmovió a toda la sociedad de una pequeña capital, como era Cáceres mientras los pregones y romances sobre el acaecer y aconteceres de la infortunada y desventurada pareja, enamoradizos jóvenes, corrían por tabernas y mercados, por plazoletas y callejuelas, por esquinas y rincones. Y, si nos apuran, hasta por los aires y los ecos y los vientos. Aunque, eso sí, la leyenda se diluía en el tiempo y quedaba, para la historia el romance.

La carta que quedó envuelta en el pañuelo de seda decía:

El domingo por la tarde, subieron a la Montaña
al despedirse del mundo los dos amantes del alma,
adios calle de pintores, con tus tiendas y boticas
que me voy a tirar a un pozo con mi novia Margarita,
en la orilla del pozo la gargantilla quedó, el lazo y los
pendientes y la cadena y el reloj, en el pretil del pozo
una carta quedó escrita, con el pañuelo de seda de mi
novia Margarita, al pozo del Cuartillo es preciso echarle
llave, que no se vuelvan a hogar hijos de tan buenos padres,
en el pozo del Cuartillo con mas de dos metros de agua, se
ahogaron dos amantes atados con una faja, en el pozo del
Cuartillo por angostas estrechuras se han ahogado dos
amantes atados por la cintura.

No obstante es de señalar que el romance sobre el suceso y su leyenda contiene muy similares características.

NOTA: La imagen del Santuario está sacada de la página www.todocoleccion.net, en edición de M.C. Cáceres. La fotografía del interior del santuario está obtenida del blogspot semanasantaymás.

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EL POZO DE LOS ENAMORADOS by JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

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